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150 años del nacimiento de Teresa de Lisieux

Celebramos este 1 octubre la fiesta de Santa Teresa del Niño Jesús en el 150 aniversario de su nacimiento. Teresa de Lisieux, conocida por todos como Santa Teresita, nació como Teresa Martín el 2 de enero de 1873 en Alençon y murió el 30 de septiembre de 1897 en el convento de Carmelitas descalzas de Lisieux, donde fue monja durante nueve años. Una mujer joven que, en solo 24 años de existencia, comprenderá lo que es esencial para su vida y su relación con el mundo, un itinerario particular que se abre a lo universal.

En «Historia de un alma», su obra autobiográfica publicada un años después de su muerte, Teresa de Lisieux aporta una mirada femenina sobre nuestra humanidad y lleva como estandarte la antorcha del amor universal y de la paz para todos los pueblos.

Su audaz revolución espiritual a favor de la primacía del amor universal por todas las personas llevó a San Juan Pablo II a nombrarla Doctora de la Iglesia el 19 de octubre de 1997 y la apodó «Doctora de la Ciencia del Amor».  Santa Teresa de Lisieux es hoy la única mujer francesa que es Doctora de la Iglesia entre los 36 Doctores reconocidos en el mundo. Esto significa que su doctrina, su enseñanza, el camino que traza se dirige a toda la humanidad.

El Amor universal

EsteAmor es universal. Trasciende todas las épocas y todos los lugares y se encuentra en todas las culturas. Esta «ciencia del amor» une a todos los hombres y mujeres de este mundo porque corresponde a la búsqueda del sentido de nuestro mundo, a la búsqueda de lo más profundo del hombre, que es amar.

Esta «ciencia del amor» se revela al servicio de un mundo solidario. Iniciada en el mundo religioso a los 15 años, fue maestra de novicias a los 22. Maestra y educadora de corazón, mantiene con las personas a las que debe instruir una relación de confianza, autoestima y respeto por su propio desarrollo personal, que permite a sus novicias, a veces mayores que ella, crecer en plena libertad interior, afirmarse, encontrar su camino y así poder emprenderlo con total independencia.

«En el corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el amor.»

Santa Teresa de Lisieux, ‘Historia de un alma’

Maestra de vida

Con su actitud, sus palabras, su silencio, su ejemplo, Santa Teresa se revela como maestra de vida. Numerosas escuelas en todo el mundo llevan su nombre que, más allá del nombre, representa una determinada manera de educar a los niños y jóvenes. Todavía hoy, la cercanía espiritual de Teresa permite a muchísimas personas de los cinco continentes beneficiarse de esta misma invitación a seguir este camino de libertad interior, que es sencillamente el camino de la infancia espiritual que descubrió Santa Teresa y cuya experiencia comparte con aquellos de nuestros contemporáneos que reciben su mensaje y se dejan tocar.

El camino de Teresa de Lisieux contribuye a la tranquilidad interior y personal. Construye a la persona y desarrolla un espíritu de paz. Desde el año de su doctorado, las iniciativas religiosas y culturales en torno a Teresa de Lisieux han crecido exponencialmente, con más de 120 iniciativas en más de 60 países hasta la fecha, desde el hemisferio norte hasta el sur. La difusión de su mensaje crece cada vez más.

«Para mí, la oración es un impulso del corazón, una simple mirada lanzada hacia el cielo, un grito de gratitud y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra, es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús.»

Santa Teresa de Lisieux, ‘Historia de un alma’

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