María Concepción de San Jaime y Santa Teresa (de Oleza Gual de Torrella), fue Carmelita Descalza en el Convento de Santa Teresa de Palma de Mallorca donde murió en 1999 con casi 94 años de edad. En el Carmelo mallorquín vivió 70 años en olor santidad. Su causa de canonización está abierta, por lo que puedes implorar favores a esta sierva de Dios que confiada en el Corazón de Jesús, ha sido inmensamente feliz.
Carmelitas Descalzas – O.C.D.
Convento de Santa Teresa de Palma de Mallorca
Este es el folio ‘algo condensado’ que escribimos a la muerte de la madre Concepción (1905-1999) y enviamos al padre Simeón de la Sagrada Familia, ocd. Acababa su labor de 25 años de Postulador General de la Orden y así nos respondió: «Si lo que está escrito en este folio es cierto… ¡esta monja es una santa!»
A los cuatro meses exactos de su fallecimiento se personó cuatro días en Mallorca para ver ‘in situ’ todo lo relacionado con la madre Concepción. y comentó: «Visité su casa natal: me quedé maravillado… tantos salones… ¡Dios mío… qué palacio…! Y en el monasterio… ¡con cuánta pobreza y humildad supo vivir! Es una santa que vuela muy por encima de lo común. Un alma de virtudes heroicas; pero ‘heroicas de verdad’; porque heroicos un rato todos lo somos alguna vez, algún momento.»
Falleció el 7 de Febrero de 1999 a los casi 94 años de edad y 70 de vida religiosa. Madre comprensiva para todos, ejemplo de observancia regular, modelo de virtudes que, brotaban en ella -como connaturales- de su acendrada humildad de corazón y olvido heroico de sí misma. Su caridad fue la que leemos en San Pablo (1Cor. 13, 4-7). Vivió y murió en olor de santidad. Todo trabajo le parecía poco a cambio de conocer, amar, y glorificar más a Dios por toda la eternidad.
Tenía su voluntad completamente unida a la Divina, y su paz, igualdad de ánimo y entereza eran siempre constantes. De temple, mortificación, fortaleza y aguante increíbles. Toda la vida tuvo grandes deseos y esperanza de martirio. Con ser su vida tan heroica y perfecta se sentía ‘sierva inútil y sin provecho’ y no descansaba en sus obras, sino en los méritos infinitos de Cristo, a los que unía todo cuanto hacía.
Confío
Su jaculatoria milagrosa de todas horas: ‘Corazón de Jesús, en Vos confío’. Le pedía salvar un alma por cada latido de su corazón, y constantemente arder y crecer en Su Amor. La plena confianza y abandono en ese Corazón Divino y en Su Misericordia fue su vida, su secreto, su paz, su inmutabilidad y su mensaje para todos.
Vivía lo que nos enseñaba. Cuando el alma se determina de veras a querer hallar y llevar trabajo en todas las cosas por Dios, en todas ellas hallará grande alivio y suavidad para andar este camino, así desnudo de todo, sin querer nada”.
La vida religiosa se le hizo en extremo suave y dulce. Entró a los 23 años.
«Si mil vidas tuviese, otras mil volvería a entrar en el claustro, pero más joven»
Madre Concepción
Y al final de su vida escribió:
«Confiando en Ti, Corazón de Jesús,
he sido inmensamente feliz»Madre Concepción
Sus máximas:
“La igualdad de ánimo en la contradicción, eleva el alma a gran perfección.”
Madre Concepción
“Nos hemos de alegrar de que piensen bajamente de nosotros”.
Madre Concepción
“Miremos todo, como querido o permitido por Dios para nuestro bien, sin reparar en causas segundas”.
Madre Concepción
Buscaba la mayor pobreza, usando lo inservible; dejando con naturalidad lo mejor para las demás: “yo no lo necesito”.
Cuando Priora y Maestra de novicias era caridad, humildad y respeto con todas. Al no tener estos cargos, se sometía además a cualquier hermana.
Nos recordaba: nuestro primero y principal deber, la esencia misma de nuestra vocación de Carmelitas Descalzas y nuestro apostolado único y exclusivo es la contemplación de los divinos misterios y la unión íntima y asidua con Dios en la oración. Y que de aquí nos vendrán, y vendrán para toda la Iglesia, los mayores bienes.
Después de su funeral y antes de enterrarla, ocurrieron dos hechos singulares: la primera curación instantánea y su sonrisa póstuma. Incontables personas de todas las nacionalidades del mundo, la consideran ‘su madre’ y acuden a ella para todo.
Y el padre Simeón concluyó: »Es un tesoro que Dios ha puesto en esa casa y que ahora está saliendo a flote. Este olor de santidad es un olor muy misterioso, encerrada en cuatro paredes y apenas muerta: por todo el mundo se esparce el olor y toda la gente huele: aquí hay una santa.»
Si quieres saber más sobre la madre Concepción, visita su página web: https://www.madreconcepcion.com/
Oración para implorar favores por intercesión de la Sierva de Dios Madre Concepción, c.d.
(Para la devoción privada y con aprobación eclesiástica)
Sagrado Corazón de Jesús, a quien la madre Concepción te rindió el homenaje de su amor y olvido total de sí misma por la gloria de tu Reino: concédenos por su intercesión, los favores que te pedimos… (Pídase la gracias que se desea alcanzar) …con la esperanza de que sea incluida en el número de tus santos.
Amén.
Corazón de Jesús, en Ti confío (3 veces)
Pido a la madre Concepción interceda ante nuestro señor por las necesidades materiales y espirituales de David francisco fernandez vargas, lucia del rosario vargas, silvio muñoz, susana vargas, angela vargas, vilma vargas y carlos ivan fernandez.
Que las almas de franco vargas motta, maria del rosario trujillo de vargas, mariela trujillo, enrique cuellar lara y todas las almas del purgatorio, pronto lleguen al cielo