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Discernimiento para encontrar respuesta en la Sagrada Escritura

¿Para qué sirve el discernimiento? ¿Cómo se consigue? Encuentro la respuesta en la Sagrada Escritura.

Por Sor María de Gracia
Monja jerónima
Monasterio de Santa Marta de Córdoba

Según el Diccionario: “Es el juicio por cuyo medio percibimos y declaramos la diferencia que existe entre varias cosas”.

En la Sagrada Escritura:“No os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto” (Romanos 12,2).

Pienso que para poder discernir es indispensable la transformación de la mente. ¿Cómo se realiza la transformación? Viviendo “no según la carne, sino según el Espíritu” (Romanos 8,5). “El Espíritu está en vosotros” (Romanos 8,9). Es importante descubrir esta realidad.

La palabra de Dios escuchada con atención y recibida en nuestro corazón nos da la luz necesaria para discernir correctamente.

También nos da la inteligencia cuando se la pedimos con humildad:

“Señor, dame inteligencia y conoceré tus mandatos” (Salmo 118).

Caer en la cuenta de nuestra pobreza y pedirle al Señor la sabiduría, como Salomón (1 Reyes 3,9), nos pone al alcance de la voluntad de Dios.

Conservar la paz, aun en medio de las dificultades, enciende en nosotros la luz del conocimiento. Uno de los Santos Padres, Diadoco de Fotice, afirma: “El auténtico conocimiento consiste en discernir sin error el bien del mal; cuando esto se logra, entonces el camino de la justicia, que conduce al alma hacia Dios, introduce a la misma alma en la luz infinita del conocimiento, de modo que en adelante va ya segura en pos de la caridad.”

Si poseemos la luz podemos descubrir lo bueno y lo malo que hay en nosotros. “No apaguéis el Espíritu.” para que conservéis su luz.

La sensibilidad del Espíritu consiste en un gusto acertado que nos da el verdadero discernimiento.

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