Las Carmelitas Descalzas de Badajoz y los Carmelitas Contemplativos de Compostela comparten su vida orante y su contagiosa alegría en este encuentro en torno al claustro.
Reunidos virtualmente en el claustro del Monasterio de Nuestra Señora del Carmen de Santiago de Compostela, catamos «el aroma del Carmelo» y el efecto que la espiritualidad Carmelita tiene en los hijos de Santa Teresa de Jesús. Las Carmelitas Descalzas del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de Badajoz y los Carmelitas Contemplativos de Compostela han protagonizado el XXXII Encuentro en torno al claustro organizado el 16 de octubre por Fundación DeClausura.
Con una alegría natural y contagiosa, las hermanas Juliana y Ariadna desde Badajoz, y los hermanos Mauro y Juan Diego desde Santiago, nos regalan profundas reflexiones y una sabia visión sobre la vida, la Iglesia y el mundo de hoy.
Alegría
«Seguir a Cristo nos hace alegres», afirma el Hno. Mauro, mientras que la Hna. Ariadna corrobora que en su casa reina la alegría del cielo, que la vida en el monasterio nada tiene que ver con una vida tediosa y de aislamiento.
“Esta casa es un cielo, si le puede haber en la tierra: para quien se contenta solo de contentar a Dios.”
Santa Teresa de Jesús (Camino de perfección 13, 7).“Si estáis alegre, miradle resucitado, que sólo imaginar como salió del sepulcro os alegrará.”
Santa Teresa de Jesús (Camino de perfección 26, 4)

Oración
En este encuentro los Carmelitas aconsejan a todos la oración silenciosa, la fuente de su vida fundamentada en el amor y muestran dónde palpan la fuerza de la oración en la cotidianeidad de su vida.
“No está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho”
Santa Teresa de Jesús (4ª Morada 1, 7)“No es otra cosa oración mental, sino tratar de amistad, estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama”
Santa Teresa de Jesús (V 8, 5)