“Es su sencillez y al mismo tiempo es su profundidad. Como siempre desde la sombra era la luz, y cómo eligiendo aislarse se convirtió en el centro de todo”.
Así era la Hermana Belén de la Cruz, una joven Carmelita Descalza que con el encanto de las almas de Dios engancha a todo aquel que la descubre. Fundación DeClausura pudo conocerla a través de su padre, Estanislao Pery, quien quiso participar en el XVIII encuentro en torno al claustro.
Este miércoles 22 de marzo entramos virtualmente en el Monasterio de Nuestra Señora de la Victoria de Daimiel (Ciudad Real) para conocer a una comunidad contemplativa que vive una Cuaresma perpetua, las Monjas Mínimas de
El XVIII Encuentro en torno al claustro organizado por la Fundación DeClausura ha estado dedicado a la vida de Belén de la Cruz, una joven Carmelita Descalza que ha dejado huella en el corazón de muchísimas personas. El 5 de abril de 2018 falleció de cáncer. Tenía 33 años. Murió abrazada a la Cruz que tanto le atraía y con la serenidad de quien sabe que la meta es el cielo. Quienes la amaron fueron testigos de ello y recibieron la paz que irradiaba.
En este encuentro online celebrado el miércoles 15 de febrero 2023 nos hemos sentado virtualmente para conversar con su padre, Estanislao Pery, frente a la iglesia del Monasterio de Nuestra Señora de la sierra de San Calixto. San Calixto fue la casa de Belén de la Cruz durante los últimos 12 años de su vida plena y profunda. Allí fue feliz, amó al Señor y amó al mundo.
Su padre ha descrito cómo Belén ha influido en su vida y en la de todo su entorno: “Ha sido como un chirimiri que, sin darte cuenta, te va calando”. Sencilla y profunda, “desde la sombra era luz”, explicó su hermana Carlota. Belén de la Cruz enganchaba y sigue enganchando cinco años después de su muerte.
La belleza de la santidad
En este encuentro hemos podido descubrir algunas pinceladas de la belleza de este alma de Dios. Han sido muchas las preguntas que Estalisnao Pery ha dado respuesta en este encuentro y en el libro publicado junto a su mujer, María Osborne a raíz de su muerte: “Belén, Carmelita descalza. Nuestra hija” (Ed.Xerión)
¿Para qué sirve una monja de clausura en el Siglo XXI? ¿Sospechaban sus padres que su hija había sido llamada a dedicar su vida a Dios en el Carmelo? ¿Cómo les dio la noticia? ¿Cómo vivieron su entrada en el convento? ¿Podían abrazarla? ¿Cómo fue su relación con su hija monja de clausura? ¿Qué consejos le dieron como padres en aquel momento? ¿Cómo afrontó el cáncer? ¿Cómo murió Belén de la Cruz? ¿La consideran santa?
En esta conversación se revela la belleza y la profundidad de la vida contemplativa, se perciben los misterios de Belén, la Mano que mueve todo lo relacionado con ella. Además, descubrimos la autenticidad de cada vocación, tan única como la persona que la tiene. Y, entre muchas enseñanzas, percibimos la trascendencia de lo sencillo y la grandeza de las santidades “ocultas” que irradian luz. Ser monja de clausura en el siglo XXI para amar y servir al mundo.
Oración para la devoción privada a la Hermana Belén de la Cruz
Su libro
