El filósofo y ensayista alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025, llama hoy a vida contemplativa para recuperar el sentido de nuestra vida, el equilibrio y la riqueza interior. El ser humano necesita contemplar para no perderse en este mundo hiperactivo.
Durante sus vacaciones estivales en Castel Gandolfo, el Papa León XIV pudo apreciar la vida contemplativa, el silencio y la oración. Dentro del territorio de las Villas Pontificias, se encuentra el monasterio de la Inmaculada Concepción de Albano. Allí acudió el Santo Padre a rezar con las Clarisas a quienes después les dijo: «Es hermoso que la Iglesia conozca vuestra vida», porque constituye un testimonio precioso.
En Fundación DeClausura recogemos estas breves y sabias palabras del Papa pues resumen a la perfección nuestra misión de dar a conocer la razón de ser, la belleza y la importancia de la vida contemplativa.
Nuestro equipo formado por laicos quiere acercar a la sociedad esta realidad silenciosa y esencial para la Iglesia y para el mundo. Respetamos y valoramos enormemente la vida oculta del corazón orante de la Iglesia; la belleza de quienes están en contacto permanente con La Belleza; y la Palabra viva que escuchamos en los intercambios cotidianos con los monjes y monjas.
Como indicó el Papa Francisco, la vida contemplativa es «corazón orante, guardián de gratuidad, riqueza de fecundidad apostólica y de una misteriosa y multiforme santidad». La vida contemplativa sigue «enriqueciendo a la Iglesia de Cristo con frutos de gracia y misericordia».
La contemplación
En este ruidoso mundo marcado por la hiperactividad, la productividad y el consumo, la vida contemplativa de monjes y monjas nos interpela con su silencio, su austeridad y sus tiempos dedicados a la apertura a la trascendencia a través al estudio de las Escrituras, la Lectio Divina, a la oración comunitaria de la Liturgia de las Horas, a la oración personal y a la contemplación.
En su libro «Vida contemplativa«. el filósofo Byung-Chul Han, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025, realiza un poderoso llamamiento a abandonar la vida hiperactiva para recuperar el sentido de nuestras vidas, el equilibrio y la riqueza interior. Han defiende la importancia de la contemplación como una forma de presencia plena y de apertura al ser; una inactividad fecunda que nos rescata de la autoexplotación para encontrar el esplendor, creatividad y sentido no utilitario de la vida.
Han cita en varias ocasiones a San Agustín quien distingue entre la vida activa. dedicada a la acción, al servicio y a la caridad, y la vida contemplativa, orientada al conocimiento y amor de Dios. La contemplación para San Agustín es «el descanso de Dios», lo que verdaderamente sacia al corazón humano, una anticipación de la felicidad eterna que solo Él puede dar.
Así, el filósofo del S.XX y el santo teólogo del S.I, padre espiritual del Papa León XIV, coinciden hoy en en señalar que la contemplación sigue siendo esencial para que el ser humano no se pierda en la prisa del mundo, sino que encuentre la plenitud, la gratuidad y el sentido a su existencia.
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Buenos días, me ha parecido muy interesante el comentario de la necesidad de la vida contemplativa, para el hombre de hoy. Yo voy a la adoración al convento de las Bernardas en Jaén, todos los martes.
Y realmente para mi sería imposible continuar en paz y con el corazón en esta vida tan ruidosa, tan hiperactiva y con tantas obligaciones que se nos plantea. Actualmente cuido a mi padre de 94 años, estoy sola con él ya que mi hermana no ha querido acompañarnos. (es tanta presión el cuidarlo, trabajar y mis hijos que realmente sin la ayuda de la contemplación de la adoración me sería imposible continuar).
Mil gracias por vuestra sabiduría y amor.
Muchísimas gracias Isabel por tu comentario. Desde luego, la oración contemplativa
Gracias por compartir su testimonio, Isabel. Justamente ayer leía que Santa Catalina de Siena escribió: «su prójimo es el instrumento que Dios le puso para que le manifieste a él el amor que le tiene». (Carta 62, en Espistolario, 389) Leclercq dice que ella que para Santa Catalina de Siena «la contemplación era la tendencia espontánea y la acción fue la vocación extraordinaria, o, más bien, la acción era en ella salió de la contemplación como una consecuencia necesaria; esto es el apostolado de la mística. […] A los hombres de acción predica la oración, y a los los contemplativos, la caridad. Esto está dentro de la lógica de su sistema: si queremos salvar a los demás tenemos que santificarnos; nos salvaremos en nosotros mismos santificando a los otros».
Tengo ALS ….como me gustaria tener parte de la vida ‘agitada’, como antes.Veo que a mi esposa que me cuide , falta la vida » normal» hemos salido a conciertos, a un restaurante, hacer un paseo a un lugar paisible y vientoso. Nos ha gustado mucho….Nunca mas es posible para mi….Peter
¡Que Dios consuele tu dolor, Peter!