Los Eremitas Camaldulenses abren un Yermo en Córdoba

La Congregación de Eremitas Camaldulenses de Monte Corona funda en una dehesa cordobesa su segunda comunidad en España.

Hay un lugar en Córdoba, entre Villaralto e Hinojosa del Duque, en el que la oración, la soledad y la contemplación serán alabanza constante a Dios. En este enclave, donde la fe en Cristo se ha proclamado en la gente laboriosa y sencilla del campo, donde la creación ofrece tierra de labor, se establece ahora una nueva comunidad de la Congregación de Eremitas Camaldulenses de Monte Corona.

El padre Pablo Gordillo se afana estos días, junto con el padre Luis Alfonso, en la constitución de esta nueva comunidad, la segunda de monjes contemplativos en Andalucía, que recibirá el nombre de Yermo de la Inmaculada Concepción.

Esta magnífica noticia coincide con la celebración, el pasado 19 de junio, del centenario del que hasta ahora ha sido el único Yermo camaldulense en España: el Yermo de Nuestra Señora de Herrera, en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro. Al cien por cien de su capacidad, este cenobio tiene sus doce casitas habitadas, una por ermitaño, y ya no puede acoger a las nuevas vocaciones que están llegando a este desierto de contemplación.

Acogidos por el obispo de Córdoba

El padre Pablo Gordillo agradece la acogida generosa de la Diócesis de Córdoba «porque esta fundación surgió en un momento en el que la primera comunidad que tenemos en España no tenía lugar para recibir las vocaciones que había. La congregación pensó en la necesidad de buscar un sitio donde hacer una nueva fundación, pero somos una comunidad muy pobre y no teníamos medios materiales. El obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, nos acogió con mucha generosidad y con mucha alegría de poder tener una presencia contemplativa eremítica en la Diócesis. Para nosotros supone una gran responsabilidad el responder a la acogida que se nos ha prestado. La vemos como una bendición de Dios y tenemos el gran deseo de que nuestra Comunidad sea fermento de santidad en la Iglesia de Córdoba”.

D. Demetrio Fernández, entrevistado por Leticia Casans en su programa «Monasterios y conventos» de Radio María, ha definido este Yermo como «un oasis para el encuentro con Dios. La vida contemplativa es el fundamento y el soporte de toda actividad pastoral».

“Sabemos que es en el rostro de Dios donde se encuentra la felicidad más grande”

Beato Pablo Giustiniani

Instalados ya en el nuevo Yermo de la Inmaculada, los padres Pablo Gordillo y Luis Alfonso, saben, como el beato Pablo Giustiniani, donde se encuentra la felicidad más grande y ya a recibir peticiones de personas interesadas en pasar unos días con ellos con un fin vocacional. «Lo que deseamos es que sea una comunidad fiel a este carisma y dé gloria a Dios y que, a través de la ofrenda de su vida sea fermento de santidad en la Iglesia de Córdoba y en la sociedad en la que vivimos», explica el padre Pablo Gordillo.

Rodaje de LIBRES en el Yermo de Herrera

LIBRES en el Yermo de Herrera

Precisamente los eremitas Camaldulenses de Burgos son unos de los protagonistas de LIBRES, la película documental dirigida por Santos Blanco que fue rodada en doce monasterios de España gracias a la colaboración de Fundación DeClausura. Según la Fraternidad de Laicos Camaldulenses, esta bella película está sirviendo para que numerosas personas hayan contactado con ellos interesadas en esta Congregación contemplativa.

El carisma de la Camáldula

Estos monjes pertenecen a la familia benedictina, viviendo según la Regla de san Benito. Fueron fundados por san Romualdo en el siglo XI, y reformados por el beato Pablo Giustiniani en el siglo XVI. Constituyen una Comunidad de Ermitaños, en una vida contemplativa solitaria en el desierto, dedicados a la oración continua, al trabajo de sus manos para sustento y a vivir en soledad, acudiendo a la oración litúrgica comunitaria siete veces al día.

El P. Elías, mayor de la Congregación, comparte estas oraciones escritas por el Beato Pablo en sus  libros “Pensamientos cotidianos sobre el amor de Dios” y “Reflexiones sobre la oración y el amor de Dios”. La traducción es del P. Pablo Gordillo, EC, y ha sido revisada por D. Roberto.

Si tanto puedo elevar el pensamiento
que yo alcance en alguna parte a tu valor
siento deshacerse tan dulcemente el corazón
que lengua o pluma no puede expresarlo tal como es.

¡Oh, feliz, florido y hermoso sendero
Por el cual me vas conduciendo sólo tú, amor!
¡Cuánta alegría me viene de ti, ¡oh, Señor!

Pensando en lo que ahora siento y en lo que yo espero.
Belleza superior a cualquier otra, más que un sol
por encima de las estrellas, a ti he dirigido mis pasos,
y sigo el amor que a ti me guía y conduce.

Estoy muy lejos, pero desde aquí tal luz
veo, que soy feliz. Y quien no lo crea
no sabe bien lo que el hombre, al amar, suele sentir.

¡Amor, con qué dulzura me has atado
y me atas más estrechamente de hora en hora!

¡Y como me haces tú, esperar aun
ser con tus alas elevado de la tierra!

Si hay entre nosotros alguien plenamente feliz
antes de que el alma se le escape del cuerpo,
ese soy yo. Lo sabe bien quien me enamora,
causa de todo mi alegre y dulce estado.

Mientras estuve sin amor, jamás viví,
sino que muerto yací. Ahora vivo, y soy elevado
de la tierra y ya dirijo el camino al cielo.

¡Oh afortunado, mi dulce destino!
Porque tal belleza me has introducido en el pecho
que tú sola me agradas. Dentro del corazón lo escribí.

Nunca siente ya ésta alma otra paz
sino en cuanto, despreciando todo otro cuidado
y batiendo las alas del amor, procura
llegar a donde está quien a él sólo siempre agrada.

Pero, ¡ay de mí!, porque el mundo es tan falaz
que el alma misma a sí misma roba,
y la mala costumbre ya convertida en naturaleza
es pez muy tenaz para mis alas.

Por lo que, Señor, yazco enredado en tierra.
Y en vano me agito por alzarme en vuelo.
De tal modo los errores han desplumado las alas.

Tú, Señor mío, que eres el único que puede elevarme.
Alza el corazón pesado a donde de por sí no sube,
y suelta todas sus cadenas.

Beato Pablo Giustiniani

Más información:

«La Congregación Camaldulense de los Eremitas de Monte Corona, de los orígenes a nuestros días”, Plácido T. Lugano.  El libro recoge, a lo largo de casi 500 páginas, la historia de nuestros eremitas, su espiritualidad, costumbres, liturgia, etc. Por fin podemos contar con este importante texto en castellano.

“La Camáldula a mitad de milenio. El Sacro Yermo en las cartas del Beato Pablo Giustiniani (1476-1528), obra preparada por Lorenzo Barletta E.C. y que reúne dos extensas cartas del B. Pablo contando, de forma directa y amena, las costumbres, horarios, liturgia, forma de vida, etc, etc, del Yermo de Camaldoli.  Son 258 páginas sumamente interesantes de leer. Puede comprarse también a través de Amazon.

“Reflexiones sobre la oración y el Amor de Dios”,  del B. Pablo Giustiniani. 300 páginas de una gran riqueza y profundidad espiritual.