¿Cómo serían las manos de la Virgen? ¿Cómo son? Son las manos de la contemplación, las manos de la intercesión.
Hna. María Antonia de la Cruz
Carmelitas Descalzas – O.C.D.
Convento de la Santísima Trinidad de San Fernando (Cádiz)
Las manos de la Virgen, ¿cómo serían?, ¿cómo son? Tenemos que valernos de una mirada amorosa contemplativa y dejar al corazón amante que con la imaginación las pinte con los colores afectivos y amorosos, que broten espontáneos, aunquede todas formas, resultarán muy pálidos y pobres, comparados con la realidad.
Mientras Ella vivió en nuestra tierra, serían manos humanas, de mujer, estropeadas quizá por los quehaceres propios de un hogar. Si a Moisés, cuando hablaba con Dios, se le quedaba el rostro resplandeciente, ¡cuánto más las manos de la Virgen tocando tantas veces, acariciando y abrazando al mismo Dios, su Hijo! Manos Orantes, llenas de misericordia, dispuestas a socorrer a los pobres, a consolar al afligido, a levantar al caído.
Desde el Cielo, unas manos Orantes, contemplativas intercediendo por todos nosotros, sus hijos e hijas. Manos, a las que nos asimos y no nos soltamos, a las que besamos amorosamente con el deseo ardiente de nuestro corazón, porque ellas son manos de nuestra Santísima Madre, a la que tanto amamos.
Manos, que nos entrega al Hijo, nos regala su Escapulario, nos ofrece su Rosario y nos bendice continuamente. Manos, cuya misión principal, es servir de precioso indicador luminoso que nos señala y conduce al Hijo, diciéndonos: “Haced lo que Él os diga”.
Te damos gracias Madre, por esas benditas manos, siempre abiertas para acogernos y juntas entrelazadas, para orar por nosotros: Manos Orantes.