Convento fundando en 1599 por la condesa de Castelar. Recibe el sobrenombre de Convento de Afuera por hallarse junto a la Puerta de Aguadores, pero por la parte de afuera. Al estar retranqueado el edificio forma una pequeña plaza, fachada con los escudos del cardenal Dietrischtain, rememorando que recayó bajo el patronazgo de doña Beatriz de Dietrischtain, una Iglesia barroca, planta de cruz latina, cúpula en el crucero, de fray Alberto de la Madre de Dios. En el convento se conservan cartas, un bastón y varios objetos personales de Santa Teresa de Jesús. También tienen varias piezas artísticas de valor como una Dolorosa de Pedro de Mena, una Inmaculada y una Santa Teresa de Gregorio Fernández.
Dentro del edificio, llama la atención su claustro y patios interiores y, sobre todo, la espectacular escalera de Covarrubias, una auténtica obra de arte que Santa Teresa de Jesús veía desde su celda, la misma siempre que visitaba el convento. En dicha celda, todavía se conservan cartas y el atril en el que leía.