Fue fundado en 1.653 por el V Conde de Chinchón, Don Francisco Faustino Fernández de Cabrera y Bobadilla.
Arquitectónicamente, el convento es de traza barroca, con muros de ladrillos y de mampostería cajeada. La puerta de entrada a la iglesia está en uno de los costados con portada adintelada de piedra, con una hornacina de ladrillos y escudo de los Condes. Este escudo se vuelve a repetir sobre la entrada a la clausura desde el patio.
El primero de estos escudos es de mármol, y al estar totalmente a la intemperie, está en un deficiente estado de conservación. La corona que hay sobre el escudo está rota y los relieves bastante desgastados. El segundo, al estar al resguardo bajo un tejadillo, y ser de piedra, está en mucho mejor estado de conservación.