Data de finales del siglo XIII y comenzó siendo Beaterio. Fue fundado por unas señoras piadosas de Siruela, que donaron sus propias casas con este objetivo.
Santa Teresa, entre 1575-1580, descansó en este convento de paso para una fundación, profetizando que “El convento de Siruela se vería abatido, pero que existiría hasta el fin de los tiempos”.
En la actualidad, el convento está restaurado casi de nueva planta y la comunidad está formada por 16 hermanas.