Convento Santa María de la Merced, Noja, Cantabria

En el afán de extender la renovada rama contemplativa Mercedaria la Orden pensó en nuevas fundaciones. En ello estaban cuando Pilar Subiñas Alcíbar, de avanzada edad y probada vida interior pide el ingreso en la Orden y entrega sus bienes para una fundación de vida contemplativa mercedaria. La comunidad la aceptó e hizo y su noviciado y profesión temporal en la casa de formación de Lañomendi (Vizcaya). Con este legado se realizó una primera fundación en la Villa de Noja, Santander, siendo Obispo D. Juan Antonio del Val. El cual acogió con gozo la fundación en todos los sentidos. Una vez terminadas las obras de adecuación de la vieja casona de Cabanzo, el día 4 de febrero de 1988 vinieron desde Lañomendi a establecerse las hermanas que forman la nueva fundación. Entre las que estaba sor Mª Josefina Legarreta Fernández, actualmente madre superiora. En el año 1993 entró la primera vocación de Cantabria, la que seguirían otras más hasta formar la comunidad de 9 hermanas que formas actualmente la Comunidad.

José de Arroyo fue quien diseñó la iglesia, de estilo barroco y construida en 1634. En 1754 se inauguró la sacristía, que cuenta con un retablo manierista del siglo XVI con tablas pintadas por Pedro Mu’oz de Aguilar. La  fachada  de la iglesia es del siglo XIX. El resto de fachadas son del siglo XVIII, formadas por dos órdenes de balcones y uno de rejas, del siglo XVIII. Cosme de Peñalacía fue el responsable del  claustro  barroco (1645-1648). Por último, la  sala capitular , actual salón de actos, se atribuye a José Martín de Aldehuela en el siglo XVIII. En 1992 fue declarado  Bien de Interés Cultural.