En este monasterio de monjas cistercienses, fundado en el siglo XIV y reconstruido totalmente en el siglo XVI, fue educada de niña la futura reina Isabel I la Católica. Se terminó de construir en 1350, pero a lo largo del siglo XVI fue renovado en su totalidad bajo los presupuestos del estilo renacentista del momento, aprovechando entonces su esplendor como centro educativo para los nobles y miembros de la Familia Real.
La iglesia es de nave única cubierta con bóveda baída de tres cuerpos, divididos por arcos graníticos de medio punto. La cabecera se cubre con cúpula rebajada de media naranja y veinte nervios. En los primeros años del S.XVII se ampliará el coro, siguiendo las trazas de la escuela de Francisco de Mora.