Monasterio de Jesús Divino Obrero y San José Oriol, Terrassa, Barcelona

La idea de fundar un Carmelo en Terrassa surgió de una hija de la ciudad, la hermana María Rosa Marcet, conventual del Carmelo de Mataró y sobrina del conocido Abad de Montserrat, P. Anton Maria Marcet. Este anhelo comenzó a hacerse realidad en 1945, cuando se puso la primera piedra del nuevo monasterio. El edificio estaba ubicado en la calle de Frederic Soler, en el centro mismo de la ciudad, donde actualmente se levanta la Escuela «La Cima». Tres años más tarde, el 28 de abril, llegaron las hermanas fundadoras procedentes del Carmelo de Mataró. Eran dicha hermana María Rosa Marcet, y las hermanas María Cruz Ribas (de Terrassa), Maria Lluïsa Gel (de Barcelona), Beatriz Blanco (también de Barcelona) y Cristina Montserrat (de Mataró). El 15 de octubre de 1948, solemnidad de Santa Teresa, se inauguró el monasterio gracias a la colaboración económica y moral de buenos amigos, que promovieron esta fundación teresiana con una motivación bien concreta: que hubiera una presencia orante y contemplativa en medio del mundo del trabajo, a semejanza de los años que Jesús vivió en Nazaret como humilde hijo de un carpintero.