Fundado originalmente como un beatario en 1253. Estaba ubicado junto a una laguna que debieron abandonar en 1620. En este mismo año se instalan en el convento en la calle del Carmen en el que áun continúan residiendo. En la actualidad la comunidad de religiosas realiza labores de pintura y elaboran calzado de lana y bordados.
Del interior de la iglesia destacan la singular cúpula encasetonada sobre el presbiterio con aplicaciones de relieves en la clave, el Retablo Mayor de factura barroca, y toda una serie de bienes muebles repartido por sus paredes como son los otros retablos menores, el púlpito y la imaginería, todo ello en general impregnado de un intenso sabor barroco. Al exterior presenta una bella portada protobarroca labrada en piedra, donde aparece la puerta de entrada acabada en arco de medio punto flanqueada entre dos parejas de columnas corintias acanaladas que contienen en los intercolumnios hornacinas aveneradas con figuras de santos. Un detalle singular que presenta esta iglesia, y que se repite en determinados conventos femeninos, lo aportan las dos portadas gemelas de sencillas líneas neoclásicas que se abren en el lateral exterior del templo, obra del arquitecto portuense Torcuato Benjumeda .