El Monasterio de Aguilar fue fundado para los franciscanos y el origen de las Clarisas se realizó en un eremitorio fundado por Doña Catalina Enríquez en el año 1473. Una orden de traslado hizo que trasladasen a las once religiosas al convento de Astudillo el 10 de octubre de 1870, en el que permanecieron hasta el 17 de febrero de 1872. Además, durante la guerra civil cayeron tres bombas en el convento, una de ellas hizo blanco en el claustro central dejando al descubierto la arcada de piedra original y derribando 22 puertas.