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Monasterio de Santa María del Pilar, Zaragoza, Zaragoza

Dirección

Calle Cofradía Señor Atado a la Columna 2
Zaragoza -Zaragoza
50012- España

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Horario

Visitas: De 10:00 a 12:30 y de 16:00 a 18:00 MISAS: Laborables: 07.00 Festivos: 11.00

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Monasterio de Santa María del Pilar

La primera consignación escrita que se conoce de la tradición pilarista data de finales del siglo XIII, y se contiene al final de un códice de ‘los Moralia ‘ in Job de Gregorio Magno, guardado en el archivo de la basílica del Pilar. De la misma época y conservado en el mismo archivo, es el documento en que aparece expresamente por vez primera la advocación concreta de ‘ Santa María del Pilar’. Se trata de una salvaguardia de los jurados de Zaragoza eximiendo de prendas, a los peregrinos al santuario, fechada en el 27 de mayo de 1299, que lleva el más antiguo sello de cera del Concejo que se conoce. Estos documentos recogen la tradición, según la cual explica que en la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles fortalecidos con el Espíritu Santo predicaban el Evangelio por todo el mundo conocido, el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, recibe expresamente la bendición de la Virgen María para predicar el Evangelio en España. Atraviesa Asturias hasta Galicia y de allí parte hacia Castilla, pasando por Aragón en la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro, donde predicó durante muchos días y entre los muchos convertidos, eligió como acompañantes a ocho hombres. En la noche del 2 de enero del año 40 dc, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro, cuando oyó voces de ángeles que cantaban el Ave María y vio aparecer a la Virgen Madre de Dios, de pie sobre un pilar de mármol. La Virgen que aún vivía, le pidió al Apóstol que construyera allí mismo una iglesia. Santiago y los ocho testigos de la presencia carnal de María, comenzaron la edificación de la Iglesia. Santiago la consagró, nombró a un presbítero para su servicio y la dio el título de Santa María del Pilar. Fue la primera iglesia de la cristiandad dedicada a la Virgen María. Historiadores e investigadores defienden esta tradición y como prueba de ella se remiten a varios monumentos y testimonios: uno de los más antiguos sea tal vez, un bajorrelieve del siglo IV en la tumba de Santa Engracia en la iglesia del mismo nombre en Zaragoza, el cual, aunque aparentemente representa la asunción de la Virgen a los cielos, también podría representar el descenso y aparición al apóstol Santiago, cuanto que aparecen esculpidos los nombres de San Pedro, San Pablo y Santiago. En el año 877-888 un monje francés de Saint Germain des Pres, Aimoino, redacta unos escritos ‘Historia translaionis sancti Vicentii’, en donde nos narra que el obispo de Zaragoza, había hecho depositar en el año 855 los restos del diácono San Vicente en la Iglesia de Santa María. En 1118 fecha de la reconquista cristiana de la ciudad, el Papa Gelasio II concede indulgencias a quienes contribuyan económicamente a la restauración de aquel templo destruido por los sarracenos. En 1438 se escribió el ‘Libro de los Milagros’, atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó enormemente al fomento de la devoción.

El templo actual es un templo de estilo barroco con decoración neoclásica. Al principio se construyó un modesto oratorio para venerar la columna, después se alzó una iglesia románica, luego otra mudéjar que se destruyó por un incendio y fue sustituida por otra gótica. Finalmente el templo actual fue trazado por los arquitectos Felipe Pérez y Francisco Herrera Hidestrosa, por iniciativa de Don Juan de Austria, que ordenó el comienzo de las obras en 1681 y finalizaron en 1711. En 1754, el rey D. Fernando VI ordenó la construcción de la Santa Capilla, obra de Ventura Rodríguez. En 1771 ,Goya realiza el fresco Adoración del Nombre de Dios, para el coreto. La tradición pilarista queda artísticamente expresada en el conjunto que compone la Santa Capilla. Nada queda de la apariencia de la posible efigie de la Virgen, del retablo que había en la capilla y que se quemó en el incendio de 1434-1435. La imagen que se conserva de la Virgen del Pilar es una efigie de madera, monóxilo, en bulto redondo, de 36 cm de altura, labrada según los cánones de la mejor escultura gótica europea de la primera mita del siglo XV, por Juan de la Huerta. Representa a María como Reina y Madre. El niño reposa sentado sobre la mano izquierda, en cuenco, sostenido por el brazo de María, desnudo y despreocupado. La imagen está sobre un pilar, una columna de jaspe, que está forrada en bronce y después de plata. La devoción pilarista sostiene que la columna no ha variado jamás su emplazamiento. En 1596 Felipe II donó los dos ángeles de plata, como manifestación de su devoción mariana y pilarista. El camarín es una obra que conjunta brillantes e incrustaciones de oro, plata y piedras preciosas ofreciendo uno de los tronos más valiosos que la devoción mariana ha dedicado a la Santísima Virgen.