Fundado en 1591, se le conoció popularmente con el nombre de Afuera debido a que se situaba fuera del recinto amurallado de la ciudad, en la Puerta de Aguadores. El edificio, atribuido a Fray Alberto de la Madre de Dios, corresponde a la arquitectura madrileña del S. XVII.
La clausura, además de un sencillo claustro, atesora una colección excepcional de obras de arte: un busto de la Dolorosa de Pedro de Mena. Dos urnas con bustos de la Dolorosa y el Ecce Homo del mismo autor. Una Inmaculada Concepción y una Santa Teresa de la escuela de Gregorio Fernández. Un lienzo de Alonso del Arco con el Éxtasis de Santa Teresa. Un retrato de la Marquesa de Mondéjar, patrona del convento. A todo ello hay que sumar cuadros, casullas, relicarios y orfebrería. Las Carmelitas de Afuera también guardan numerosos recuerdos de Santa Teresa de Ávila, como su báculo, forrado en plata, y catorce cartas autógrafas.