El Real Monasterio de la Encarnación fue fundado en 1.611 por la reina doña Margarita, esposa de Felipe III, como convento de monjas de clausura agustinas recoletas. En su interior se guarda la famosa reliquia de San Pantaleón. Su arquitectura es el mejor ejemplo del estilo de los Austrias posterior a la construcción del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. En 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural.
La fachada es de influencia herreriana y presenta cuatro niveles distribuidos en una triple arcada inferior a modo de acceso, dos niveles con ventanas, un relieve de La Anunciación en mármol y escudos de la reina Margarita alternados, y un remate en forma de frontón con óculo. Del monasterio también destaca la iglesia barroca, reformada en 1761 por Ventura Rodríguez, de planta de cruz latina, nave única y cúpula sobre el crucero, y su claustro.
