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Real Monasterio Santa Inés, Sevilla, Sevilla

Dirección

Calle Doña María Coronel, 5
Sevilla -Sevilla
41003- España

Horario

Visitas: De 9:00 a 13:00 y de 16:00 a 19:00 Excepto domingos y festivos. MISAS: Domingos y festivos 19.30

¿Hospedería?

No

¿Tienda?

Si

Real Monasterio Santa Inés

Género: Femenino

Orden de Santa Clara - O.S.C. (Clarisas)

Diócesis: Sevilla

El Convento de Santa Inés fue fundado en 1374 por la aristócrata Doña María Coronel, que se había refugiado primero en la ermita de San Blas y después en el monasterio de Santa Clara (donde finalmente profesó con las clarisas franciscanas), huyendo del acoso del Rey D. Pedro I, que había incautado las posesiones de su familia y ordenado la prisión y muerte de su esposo. Tras la restitución de su patrimonio personal, tras el acceso de Enrique II al trono, esta sevillana fundó un nuevo monasterio de clarisas en las antiguas casas de su padre, el señor de Aguilar. En 1376 se culminaron las obras del nuevo establecimiento. Al palacio de los Fernández Coronel se sumaron entonces las casas donadas por Juan Rodríguez Tello y la calleja de Zapateros, cedida por el cabildo sevillano. Cuarenta mujeres ingresaron en el convento en el momento de su fundación. En los años setenta fue restaurado por el arquitecto Rafael Manzano Martos y también elaboró un proyecto de restauración el arquitecto Alberto Humanes Bustamante. Posteriormente Fernando Villanueva Sandino, fue designado por la Consejería de Cultura arquitecto conservador del monumento. La Consejería de Cultura restauró el convento, llegando a un acuerdo con la comunidad clarisa para adaptar y emplear temporalmente para usos culturales el ala de los antiguos dormitorios. En el marco de la misma iniciativa se concretó también su utilización como una de las sedes del Pabellón del Ayuntamiento de Sevilla en la Exposición Universal de 1992.

La entrada al convento se hace por la calle  doña María Coronel , atravesando el compás se encuentran las viviendas de los porteros, la logia de las puerta regular, el locutorio, el torno y la portada de la iglesia. La puerta regular  tiene por delante una pequeña logia. Al atravesarla nos encontramos con un pequeño vestíbulo y, a continuación, con el patio del  obrador , porticado en dos de sus frentes con doble arcada, al que se abren la cocina, el obrador, el horno, almacenes, etc.; la clausura se organiza alrededor de varios claustros y patios. La puerta regular  tiene por delante una pequeña logia. Al atravesarla nos encontramos con un pequeño vestíbulo y, a continuación, con el patio del  obrador , porticado en dos de sus frentes con doble arcada, al que se abren la cocina, el obrador, el horno, almacenes, etc.; la clausura se organiza alrededor de varios claustros y patios. El patio de la Camarilla  tiene forma rectangular, con una pila de mármol blanco y tazón esbelto. El patio está formado por doble galería de arcos peraltados en la planta baja y arcos rebajados en la planta alta, mientras el cuarto lado posee arquería solo en la planta baja. En la planta baja del patio se encuentra la cocina, la enferemeria baja, y la sala de oración. En la planta alta están la mayoría de las celdas de nueva factura. El claustro principal  o del herbolario, que aunque persisten reminiscencias del  gótico-mudéjar , es de forma trapezoidal con arcos peraltados en la parte baja y rebajados en la planta alta, soportados por esbeltas columnas con acanto. Los cuatro lados de las dos galerías lo recorren balaustrada formada por pequeñas columnas de mármol. En el centro del patio hay una fuente recubierta de azulejos de tipo cuenca. En la galería alta hay buenas e interesantes pinturas realizadas al fresco, al estilo italiano, entre 1540 y 1550. En estos frescos aparecen representados 32 escenas del  Antiguo Testamento  alternadas con 75 santos y santas relacionados con la  Orden de Santa Clara , enmarcados en simuladas hornacinas y soportes de fingidas  ménsulas , decoradas con 38 grutescos y coronadas con el escudo franciscano de las cinco llagas sangrantes. Las escenas comienzan con la creación del hombre y acaban con la alegoría de la Inmaculada Concepción. En  el claustro del noviciado  encontramos pinturas murales de autor desconocido. También hay restos de pintura en el intradós de los arcos y en la cenefa del zócalo de hacia 1545 de estilo renacentista de la escuela sevillana. A este claustro se abre  el refectorio , cubierto con un artesonado de madera simulando casetones. Está presidido por una pintura mural, de autor desconocido, que representa la  Última Cena , copia de la de  Leonardo da Vinci . Las demás pinturas que decoran esta sala son copias de  Murillo . Sus muros están cubiertos por un azulejo de tipo cuenca. En el lateral se encuentra el púlpito de rejería fechable en torno a 1600. La sala de oraciones , que se utiliza como sala capitular, es una estancia cuadrada, se observa un banco a lo largo de sus muros, revestidos con azulejos de Cuenca del siglo XVI. Preside la sala un retablo que presenta la  Sagrada Familia , atribuida al pintor  Domingo Martínez , de siglo XVIII, a los pies de las tres figuras aparece una pareja de ángeles que portan carteles con las palabras ‘Gloria in Etelsis Deo et in Terra Paz Himinibus Bone Voluntatis’, por encima aparece la figura del Espíritu Santo llevado por dos ángeles. A los lados, los escudos de la orden franciscana y dominica, en los laterales, en dos cuerpos, hay representaciones de los arcángeles  San Miguel ,  San Rafael  y  San Gabriel , y el  Ángel de la Guarda . Otra pintura importante es la de  San Juan Bautista  con representaciones de algunas escenas de su vida. Repartida a lo largo de los muros se encuentra una serie de vitrinas donde se muestran las imágenes barrocas de un crucificado, de la asunción de  la Virgen , de  San Francisco  y de  Santa Clara . La pieza escultórica más importante es una imagen de la Titular del convento,  Santa Inés , atribuida a  Pedro Millán , realizada en torno a 1500. Del siglo XIX son un niño  Jesús  y  San Antonio de Padua . La sala de Profundis  es un recinto cuadrado en forma de cuba, de origen islámico, parece ser resto de una pequeña  mezquita  o zauia, de construcción probablemente anterior a la reconquista de la ciudad, cubierto por una  bóveda  de diecisiete paños sobre trompas en los ángulos. Esta sala se utiliza como cementerio para las religiosas. La puerta de entrada está decorada con finas yeserías mudéjares, copia de las que cubren el intradós del arco de la  Puerta del perdón  de la Catedral, y los batientes de entrada están decorados con representaciones de  Santa Clara , de  San Francisco de Asís  y representaciones heráldicas del siglo XVI. Sus cuatro muros lo recorren un zócalo de preciosos  azulejos de cuenca o arista  del siglo XVI y el muro frontal está presidido por un crucificado realizado por  Francisco de Ocampo , en 1630, y el fondo del dosel está pintado por  Domingo Martínez  con una decoración de ángeles con carteles e incendiarios. Además encontramos pinturas de anagramas y escudos realizados por  Herrera el Viejo . Varias vitrinas cobijan las imágenes de la Dolorosa,  Santa Rita  y Jesús de la Humildad, todas del siglo XVIII. La más importante es la del ‘ Ecce Homo ‘ que, según la tradición, un día de marzo de 1685 sudó sangre. Otros elementos escultóricos interesantes son el de la Sagrada Cena, de mediados del XIX. Es una escena anacrónica y desproporcionada tomando pro tagonismo los elementos secundarios y el grupo formado por los personajes que representan escenas de  Santa Clara , de gran calidad artística y pose teatral muy encontrada en el barroco sevillano. Enfermería alta , donde encontramos el tríptico de la  Inmaculada . De los noviciados antiguos solo se utiliza el espacio determinado a los lavaderos que se abren a la antigua huerta. Del noviciado alto parte un pasadizo que comunica la nave de los dormitorios con el claustro principal.