Ayuda al pago de la calefacción de comunidades contemplativas que no disponen de dinero suficiente para protegerse del frío.
Ayuda a 48 comunidades contemplativas que no disponen de recursos suficientes a pagar la calefacción
Nos encontramos en los meses más fríos del año. Entre enero y febrero se registran las temperaturas más bajas. En muchas regiones del país los termómetros bajan de 0 ºC. En provincias como León, por ejemplo, se concentra un promedio de 40 días de heladas durante los meses del invierno. Más al sur, como en Toledo, en Granada o localidades de Badajoz se registran también temperaturas negativas en estas fechas.
¿Cómo se vive el invierno dentro de los monasterios y conventos? La realidad es que muchas comunidades contemplativas pasan frío pues no encienden la calefacción porque no disponen de fondos para pagarla.
La forma de vida contemplativa está centrada en el seguimiento del Evangelio, despojándose de todo lo accesorio. Así, la parte material se deja a un lado suprimiendo muchas comodidades. Pero la falta de calefacción supone un problema, porque implica un riesgo para la salud. Se suma a la humedad existente en este grandes edificios y que ocasiona en muchas monjas y monjes problemas respiratorios y en las articulaciones.
Para evitar esos riesgos es necesario una temperatura mínima, que asegura un bienestar mínimo. Pero muchas comunidades no encienden mucho la calefacción porque supone un coste muy elevado para sus posibilidades de gasto. Hacen un uso muy restringido e insuficiente. Calefactan únicamente pequeñas zonas como la enfermería o las habitaciones de las mayores. Las zonas comunes como el refectorio o la capilla de oración se caldea un poquito a una temperatura baja.
Compartimos este testimonio de una comunidad localizada en la provincia de Badajoz:
“Hace mucho frío y tenemos que estar forradas de ropa, porque se nos hace imposible lo que subiría las facturas si encendemos el radiador. Solo lo ponemos a las dos mayores y las demás en el coro con estufa de butano y en la sala de recreo solamente tenemos un calefactor de butano y nada más durante el día para calentarnos”
Para poder ayudarlas, lanzamos desde Fundación DeClausura esta campaña especial. ¡Tu apoyo es fundamental! Sumando cada aportación, por pequeña que pueda parecer, podemos marcar entre todos una diferencia significativa este invierno para muchas comunidades de clausura. ¡Regálales tu calor!