HISTORIA
La Orden de la Visitación de Santa María (Ordo Visitationis Beatissimae Mariae Virginis, V.S.M.) es un Instituto Religioso de vida contemplativa fundado por San Francisco de Sales y Santa Juana Francisca Frémyot de Chantal en 1610 en Annecy (Saboya, Francia).
La idea de crear una nueva congregación había sido expuesta por el obispo a la baronesa el 4 de junio de 1607: el 6 de junio de 1610, en la casa de la Galerie de Annecy, donde vivía Francisco de Sales, Juana de Chantal y Charlotte de Bréchard fundaron el Instituto de la Visitación de Santa María.
En 1611, tras un año de noviciado, las primeras hermanas hicieron la profesión de manos de los fundadores. Las primeras constituciones son de 1613: escritas por Francisco de Sales, no prescribe la clausura, pero recomienda el “ejercicio del amor divino” mediante la visita a los pobres y los enfermos: de ahí vendrá el nombre de “visitandines” que recibirán las hermanas. Además, promueve la devoción al Sagrado Corazón.
El arzobispo de Lyon, Denis-Simon de Marguemont, pidió a Francisco de Sales que se abriera un convento de salesas en la ciudad en 1615, las autoridades eclesiásticas, entonces, impusieron modificaciones a las constituciones, que tomarán la forma definitiva hacia el 1616.
La congregación se convierte entonces en una orden monástica de clausura, dedicado a la vida contemplativa. La regla se basaba en la Regla de San Agustín.
La orden fue aprobada por la Santa Sede el 23 de abril de 1618, el 16 de octubre fue erigida como orden religiosa por el papa Paulo V.
La Orden de la Visitación pronto tuvo una gran difusión en todo el Mundo: en 1622, a la muerte de Francisco de Sales, había 13 monasterios, en 1641, al fallecer Chantal, ya eran 87 casas.
CARISMA
Las Salesas están llamadas a vivir el Santo Evangelio siguiendo los Consejos Evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, con un espíritu de profundad humildad para con el Señor y de dulzura para con el prójimo, atentas siempre a la renuncia del “hombre viejo” para vivir de la Voluntad Divina.
“Contemplativas en la Iglesia por nuestra unión con Dios y nuestra forma de vida comunitaria, buscamos en el interior del claustro desarrollar en nosotras y entre nosotras el lazo de la caridad… Que nada nos separe del Esposo Celestial que nos ha unido, ni de esta unión que nos mantiene unidas a Él, de tal manera que no teniendo sino un solo corazón y una sola alma, sea Él mismo nuestra única alma y corazón”.
Se trata de una Orden de vida contemplativa y de clausura papal, cuyas monjas, llamadas Visitandinas o Salesas (en los países de habla hispana), tienen por fin la unión constante con Dios con un espíritu que no busca sino sólo a Él, independientemente de todo, excepto del beneplácito divino; con un espíritu de profundad humildad para con Dios y de gran dulzura para con el prójimo; con un espíritu que no pone el acento en las austeridades exteriores, siendo éstas suplidas con la renuncia interior, con gran sencillez y alegría en la vida común.
Las Hermanas tendrán por escudo un corazón atravesado por dos flechas, que son el amor de Dios y del prójimo, será el pedestal de una cruz, encerrado en una corona de espinas y tendrá grabados los nombres de Jesús y de María”.
La Orden honra a la Virgen María en su Misterio de la Visitación, participando así en la gratuidad de su respuesta, la admiración de su alabanza y en su celo por la salvación del mundo.
Una característica de la Orden, desde los tiempos fundacionales hasta hoy, es que acepta en la vida monástica a mujeres de salud débil o edad madura.
En los monasterios se ha conservado la figura de las Hermanas externas que pueden salir de la clausura para realizar diversas tareas necesarias para la comunidad.
Cada monasterio es autónomo y todos se encuentran en estrecha relación de caridad a través de las Federaciones (agrupaciones de monasterios con vistas a fomentar la comunión y ayudar en la formación, necesidades específicas, etc.).
La Orden tiene presencia en 31 países y en España cuenta con 18 monasterios.