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Todos unidos en la oración cuaresmal

Este tercer jueves de Cuaresma pudimos experimentar la unión en la oración de quienes rezan al unísono vísperas en más de 120 monasterios repartidos por toda la geografía española. Un rezo conmovedor para muchos laicos y contemplativos. Esta reseña recoge algunos testimonios.

Convento del Carmen de Santiago de Compostela. Carmelitas Contemplativos

“Para mí ha sido una experiencia maravillosa. Poder unirme a la Iglesia con la oración de vísperas, compartiendo ese tiempo con las hermanas contemplativas que dan su vida y sustentan con su oración a todos. Estoy muy agradecida”

Orante en el Convento de la Encarnación de Sevilla. Agustinas.
Convento de Santa Ana de Murcia. Dominicas.

“Un momento de Cielo. Me ha permito bajar la velocidad y contemplar la Cruz”

Joven orante en el Convento de Santa Ana de Murcia.

“Ha sido muy enriquecedor. Escuchar cantar a las monjas me ha llegado al corazón. Quiero ir más veces”

Joven orante en el Convento de Santa Ana de Murcia.
Monasterio Nuestra Señora de la Soledad de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real). Clarisas .

Fue muy emotivo compartir la oración con los peregrinos del Camino de Santiago, de diferentes países y lenguas. Estar todos en el monasterio recogidos y orando y ver la capilla llena me llenó de alegría y paz. Sabíamos que al mismo tiempo muchas otras personas estaban también rezando en otros monasterios de la Península.

Orante en el Monasterio de Santa María de Armenteira. Monjas Cistercienses
Comendadoras del Espíritu Santo del Puerto de Santa María

La meditación preparada por la Priora me ayudó a entrar de nuevo en el camino cuaresmal. El rezo de Vísperas me conmovió pues sabía que muchos en toda España rezábamos a esa hora con la Palabra de Dios.

Orante en el Convento de la Purísima Concepción de Palma de Mallorca. Franciscanas TOR

Desde que vi en Instagram, hace 1 mes, que la Fundación DeClausura organizaba una Oración Cuaresmal en Monasterios y Conventos, busqué en seguida cuál estaba más cerca de mi casa para poder ir. Y me lo apunte en la agenda.


No es la primera vez que rezo laudes o vísperas en algún convento. Es un momento tan bonito y especial, que no quería perderme esta oportunidad, y más siendo Cuaresma. Tampoco quería que se lo perdieran mis amigos ni mi familia. Por eso, copie el link del evento y lo mandé por Whats App a mis contactos, ¡porque es un gran evento!

Llegó el día y me apetecía mucho ir a rezar vísperas con las Carmelitas Descalzas. Visualizaba el “momentazo”: Paz, tranquilidad, descansar en el Señor; escuchar lo que quiera decirme; aprender de los que le han dicho sí sin volver la vista atrás, y desde los conventos o monasterios, entregan su vida por Amor a Él y a los que estamos en el mundanal ruido que a veces nos come y no nos deja ni respirar.

Tengo cáncer de ovario metastásico. Vivo al día y no sé cuando la pila de cada día se agota. Muchas veces mi cabeza quiere y el cuerpo no le sigue… Eso sucedió ayer, a las siete. Mi pila estaba muerta del todo y no me quedaban fuerzas para ir a rezar vísperas con las monjas… Me da mucho coraje, pero la realidad es tozuda,

Pero, Dios vuelve a demostrarme su Amor con mayúscula. Dios es grande, muy grande. Y por «casualidad», tirada literalmente en el sofá, entro en Instagram y… ¡ tachán! Un carición impresionante que me emocionó. La Fundación DeClausura transmitió en directo las vísperas desde un convento con un retablo pintado con una imagen de la Virgen preciosa y delante del retablo, el Santísimo expuesto. ¡Si quieres arroz, toma 2 tazas!

¡La toma era tan bonita! En primer plano un crucificado y al fondo la Comunidad unida rezando a una sola voz… El rezo, cantado o hablado con voces de quienes transmiten paz, la paz de saberse amadas por Él; de quienes han vivido y experimentado en algún momento lo que dicen los salmos, la lectura o el Magníficat. De quienes, en las preces piden por todos, desde y con el corazón.

Y cuando enfocaron la Custodia y detrás la Virgen… ¡Dios mío, cuánto me quieres, no puedo más que decirte: “Aquí estoy para hacer tu voluntad”! Recibo, no el ciento por uno, sino el 8500 por una mijitilla de nada que yo haya podido hacer. ¡No he podido ir a rezar y te las ingenias para venir Tú a mí para que yo pueda rezar. ¡ Brutal!
No puedo más que desde mi enfermedad desde mi cansancio desde mi abandono decirte GRACIAS Señor por taaaanto y por tooodo y GRACIAS María por tu Amor de Madre.

Gracias por haceros presente cada instante en mi vida, por medio de personas y hechos concretos. Gracias Fundación DeClausura. Gracias a los que os desgastais por los demás desde una vida contemplativa. GRACIAS.

Orante online

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