EnglishFrançaisDeutschItalianoPolskiPortuguêsEspañol

Dentro de la clausura de Córdoba

XXII encuentro en torno al claustro

En el XXII encuentro en torno al claustro organizado por Fundación DeClausura nos adentrarnos en los monasterios y conventos de Córdoba a través a una visita online a la exposición fotográfica Ventanas al Cielo. Dentro de la clausura, un proyecto de la Diócesis de Córdoba y la Asociación de Fotógrafos de Cofradías de Córdoba (Fococor).

Esta edición de los encuentros online de Fundación DeClausura pretende acercar a la sociedad la riqueza y significado de la vida contemplativa dentro de la clausura de Córdoba. Este XXII encuentro en torno al claustro se ha podido organizar gracias a la colaboración del Secretariado para el Patrimonio Cultural de la Diócesis de Córdoba, a la Delegación Diocesana para la Vida Consagrada y a la Asociación de Fotógrafos Cofrades de Córdoba (FOCOCOR).

D. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba explica en una carta publicada con motivo de la inauguración de Ventanas al Cielo, Dentro de la clausura, la exposición fotografía a conventos de su Diócesis, que «la vida contemplativa es la vida en el desierto o en la clausura, no para vivir más cómodamente o desentenderse del mundo, sino para interceder por toda la humanidad y para luchar en primera línea contra Satanás y las fuerzas del mal que nos acechan. Jesucristo se fue al desierto de donde salió pertrechado para su ministerio público».

Así, prosigue el obispo, “en la soledad y el silencio, mediante la escucha de la Palabra de Dios, el ejercicio del culto divino, la ascesis personal, la oración, la mortificación y la comunión en el amor fraterno, orientan toda su vida y actividad a la contemplación de Dios. Ofrecen así a la comunidad eclesial un singular testimonio del amor de la Iglesia por su Señor y contribuyen, con una misteriosa fecundidad apostólica, al crecimiento del Pueblo de Dios”.

En la diócesis de Córdoba hay 23 monasterios de vida contemplativa, de los cuales tres son masculinos y los demás femeninos, «verdaderos centinelas de la oración. Ellos hacen presente al mundo el “solo Dios basta” de Santa Teresa de Jesús. Sus vidas sencillas, entregadas, son el tesoro escondido que sostiene la ruidosa sociedad en la que nos movemos a toda velocidad. Su silencio pregona la esperanza en la vida eterna. Reclama que elevemos nuestra mirada al cielo para poder disfrutar de una vida más plena».