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La liturgia de las horas

A la Liturgia de las Horas también se la conoce como Oficio Divino y consiste en rezar un conjunto de oraciones cada día a diferentes horas, desde la mañana a la noche.

Historia

Históricamente, los judíos han rezado en intervalos fijos a lo largo del día.

El rey David, quien se cree escribió los salmos, proclama:

De tarde, de mañana, al mediodía, gimo y me lamento, pero él escuchará mi clamor”. (Salmos 55:18)

Incluso el profeta Daniel parece haber rezado a intervalos específicos.

Cuando Daniel supo que el documento había sido firmado, entró en su casa. Esta tenía en el piso superior unas ventanas que se abrían en dirección a Jerusalén, y tres veces por día, él se ponía de rodillas, invocando y alabando a su Dios, como lo había hecho antes” (Daniel 6:11).

El pueblo judío inició una tradición de rezar tres veces al día: mañana, tarde y noche. Esto creció hasta desarrollar un programa de oraciones de salmos en particular, ya que expresaban los múltiples deseos del corazón humano.

Jesús aparece rezando los salmos en varias ocasiones, como en una de sus palabras más famosas, del salmo 22, pronunciado desde la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.

Ya que la mayoría de los primeros cristianos eran conversos del judaísmo, continuaron con la tradición judía de rezar los salmos.

Este tipo de oración se mantuvo a medida que creció la Iglesia y, según señala el padre Timothy Gallagher en su libro Praying the Liturgy of the Hours [Rezar la Liturgia de las Horas]: “Por toda la Iglesia, en Palestina, Antioquía, Constantinopla y África, los cristianos se reunían en sus iglesias dos veces al día para rezar los salmos. Diariamente se reunían para los ‘himnos matinales y nocturnos’”.

La liturgia de las horas en los monasterios

En los monasterios se extendió la costumbre de rezar los salmos siete u ocho veces al día, en un esfuerzo por vivir las palabras de san Pablo de “orar sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17).

Esta tradición tiene la siguiente forma:

Maitines (durante la noche, a menudo a medianoche); también llamados Vigilias o Nocturnos (Oficio Nocturno)

Laudes u “Oración de la mañana” (al amanecer o a las 3 a.m.)

Prima u “Oración de la madrugada” (Primera Hora, en torno a las 6 a.m.)

Tercia u “Oración de Media mañana” (Tercera Hora, alrededor de las 9 a.m.)

Sexta u “Oración de Mediodía” (Sexta Hora, en torno al mediodía)

Nona u “Oración de Media Tarde” (Novena Hora, en torno a las 3 p.m.)

Vísperas u “Oración del Atardecer” (en torno a las 6 p.m.)

Completa u “Oración de la Noche” (antes de ir a dormir, normalmente a las 8 p.m. o 9 p.m.)

La Iglesia extendió los 150 salmos a lo largo de estas horas y con el tiempo terminó creando un ciclo de oración. Actualmente consiste en un Salterio de cuatro semanas con el que se rezan todos los salmos en un periodo de cuatro semanas (si se observan todas las “horas” de oración).

Los monasterios contemplativos mantienen este ritmo de oración.