Monasterio de la Asunción de María Santísima, Mataró, Barcelona

El convento de las capuchinas de Mataró se fundó en 1729 y la primera piedra del edificio se puso el año siguiente en la Explanada. La construcción se hizo con rapidez y en 1736 se dio por terminado. Era un edificio pensado para una treintena de monjas pero estas no ingresaron hasta el 1741, eran religiosas que procedían del convento de Santa Margarida la Reial de Barcelona. Inicialmente la comunidad vivió momentos difíciles, hasta que el último cuarto del siglo XVIII se asentó. En 1808 sufrió los efectos de la Guerra del Francés, aunque la comunidad no abandonó el establecimiento se vio expoliada de objetos de valor. En 1823, con el Trienio Liberal, tuvieron que abandonar la clausura y refugiarse en el convento de los carmelitas descalzos. En 1835 la acción contra los conventos también tuvo el capítulo de Mataró pero mientras las otras comunidades tuvieron que abandonarlos, las capuchinas no tuvieron que salir del recinto. Otra vez, ahora en 1843, el convento sufrió los efectos de un pelotón revolucionario que se hizo fuerte en el mismo convento. Entre 1869 y 1881, con el deseo de reducir el número de conventos, las autoridades obligaron a unificar los de Santa Margarita la Real de Barcelona y el de Mataró: las dos comunidades se reunieron en éste último. Ya en el siglo XX, durante la guerra civil, el convento resultó dañado e incendiado.