Monasterio de Sant Bartomeu, Inca, Baleares

Poco después de la conquista de Mallorca (1229) se construyó una capilla en el Puig de Inca dedicada a la Magdalena. En este lugar llegó en 1491 una comunidad de clarisas para fundar el segundo monasterio de esta orden en la isla, más adelante aquella comunidad se trasladó a Palma, pasando antes por Esporles, donde sería conocida con el nombre del Olivar. El lugar abandonado por las clarisas fue ofrecido el mismo año de 1530 a las jerónimas de Palma con el fin de fundar un nuevo monasterio aprovechando las estructuras conventuales anteriores, también ese año llegó la primera comunidad procedente del monasterio de Santa Elisabet. Los problemas que habían tenido las clarisas y que propiciaron el abandono del lugar, se repitieron de nuevo y la comunidad se desplazó a un lugar más adecuado. Ocuparon la antigua iglesia de Sant Bartomeu, antigua parroquia de Inca. A pesar del apoyo que llegaba de Ciutat, la comunidad tuvo una vida precaria y la construcción del monasterio se prolongó durante mucho tiempo. Pese aquellos inconvenientes la casa jerónima aún se mantiene activa y conserva su valioso patrimonio histórico muy ligado a las ocupantes y su historia. Una figura destacada de esta casa es sor Clara Andreu, venerada en la iglesia.