Las Carmelitas Descalzas del Monasterio de San José de Maluenda (Zaragoza) nos piden ayuda para pagar parte de la obra de ampliación de su obrador. La repostería es su trabajo diario y el sustento para mantenerse y conservar su monasterio.
Las catorce Carmelitas Descalzas del Monasterio de San José de Maluenda elaboran una almendradas, unas galletas navideñas, unos guijarros deliciosos y “unas pastas que gustan a todos”. Bordan maravillosamente bien, fabrican formas para la Eucaristía y son muy buenas trabajadoras. Están deseando vender mucho durante este tiempo de Adviento y Navidad para ir poco a poco sufragando los gastos extraordinarios que van a tener tras las obras de ampliación de su obrador en una parte del monasterio que se derrumbó hace años. “Es pura necesidad”, comenta a la Fundación la superiora de la Comunidad, la Madre Teresa Margarita.
El constructor y su equipo confían en que ellas les pagarán y por ello, ya se han puesto manos a la obra sin solicitarles de momento un dinero que no tienen. La Madre Teresa Margarita está infinitamente agradecida a ellos y confía poder pagarles cuanto antes. Para ello, además de su trabajo y de su oración, solicita ayuda a todo aquel que pueda echarles una mano. Agradecidas de antemano por cualquier donación, por pequeña que sea, solicitan los nombres de todos aquellos que contribuyan a solventar esta necesidad urgente de su comunidad. Su intención es rezar por ellos y poner en el altar sus nombres para decirle al Señor quienes fueron “los ángeles que nos han ayudado en este momento de dificultad”.